Ferdinand Berthoud lanza su reloj icónico y premiado en platino

Sabemos que los premios suelen ser polémicos, incluso aquellos tan prestigiosos como el Grand Prix d’Horlogerie de Genéve. Sin embargo, hubo pocas discrepancias en la edición 2016, cuando el Chronomètre Ferdinand Berthoud FB 1 se alzó con la Aiguille d’Or, máximo galardón que concede el jurado.

La crítica especializada ha coincidido en que estamos ante uno de los relojes más sobresalientes de los últimos años, ya que el FB 1 lo tiene todo: recupera un gran nombre olvidado, tiene una aproximación novedosa (pero a la vez honesta y considerada con el pasado de la relojería), al tiempo que se trata de un proyecto radicalmente nuevo donde el reloj ha sido concebido enteramente desde cero: del movimiento a cada detalle de la caja.

La nueva firma, Chronómetrie Ferdinand Berthoud, es fruto del deseo personal de Karl-Friedrich Scheufele, copresidente de Chopard. Como buen plato gourmet, tuvo una cocción lenta y controlada que comenzó hace 15 años, cuando Karl-Friedrich se encargó de la colección de relojes históricos de su padre, donde descubrió la obra del renombrado relojero suizo. Tiempo más tarde, tuvo la ocasión de hacerse con los derechos de uso del nombre de Ferdinand Berthoud, para anunciar en 2013 la creación de la nueva marca. Sin embargo, hubo que esperar a finales de 2015 para ver la primera de sus creaciones.

El propio Karl-Friedrich define el FB 1 de manera muy gráfica: es el reloj que Berthoud hubiera construido de estar vivo hoy en día. La frase es bastante elocuente. puesto que no ha existido ningún reloj en el mercado con el nombre de Berthoud desde 1876 y, por tanto, es el primer modelo de pulsera.

Lógicamente, si Berthoud se especializó en la fabricación de cronómetros marinos, el reloj debía tener esa misma naturaleza, tanto en función como en forma. Para este último aspecto contó con la colaboración de Guy Bove, quien propuso una visión personal y moderna de los antiguos cronómetros, donde se incluye una curiosa forma octogonal que da personalidad a la pieza. Dicha figura geométrica era habitual en las cajas que protegían los relojes colocados en los puestos de mando de los barcos.

El diseño de Bove también da importancia a la visión del mecanismo, no sólo a través del fondo de la caja, sino con la inclusión de ventanas en sus laterales. Como en todo buen reloj, ningún elemento está incluido por casualidad, por tanto, estas ventanas tienen un papel primordial a la hora de entender el FB 1 ya que permiten ver la curiosa disposición de su mecanismo, el cual emplea la misma construcción de pilares que se usaba Berthoud.

Ya entrados en la parte técnica, toda la concepción de su mecanismo FB-T.FC se rige por el principio básico de la cronometría. Para ello, cuenta con dos cuestiones técnicas sumamente importantes: el tourbillon y un sistema de fuerza constante que comprende un doble juego de diferenciales y una cadena de transmisión. La colocación de los puentes obliga a que este sistema de transmisión quede suspendido en el aire, al igual que el curioso indicador de reserva de marcha, que parte de una pieza cónica. Todos estos elementos, con solicitud pendiente de patente, quedan visibles a través de las ventanas laterales. Por cierto, como buen ‘cronómetro marino’, el FB 1 cuenta con certificado oficial COSC.

El Chronomètre Ferdinand Berthoud FB 1 salió al mercado en dos ediciones limitadas (oro blanco y rosa), pero ahora tenemos la oportunidad de conocer una tercera en platino. Esta se distingue de las anteriores por el acabado satinado metalizado de su carátula, con el contador horario acabado en negro desplazado a las 12 horas. Las piezas móviles que fijan la correa vuelven a estar construidas en cerámica, sólo que en color gris. Estos atributos estéticos nos recuerdan que sus creadores han querido ir más allá de la reproducción clásica para proponer un reloj moderno acorde con las tendencias actuales. Es, sin duda, una pieza especial que enriquece el actual panorama de la alta relojería.

CHRONOMÈTRE FERDINAND BERTHOUD FB 1

MANUAL / CALIBRE FB-T.FC / 1.120 COMPONENTES, INCLUIDOS LOS 790 DE LA CADENA DE TRANSMISIÓN / 46 RUBÍES / RESERVA DE MARCHA DE 53 HORAS / 21.600 ALT/H / 35,50MM DE DIÁMETRO / 7,96MM DE GROSOR / PLATINO / 44MM DE DIÁMETRO / 13 MM DE GROSOR / HERMETICIDAD DE 30 METROS / EDICIÓN LIMITADA DE 50 EJEMPLARES.

 

 

 

 

 

Tiempo de Relojes

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Alma Delia Pacheco

Directora comercial relojes

Heredé el gusto por los relojes desde niña y profesionalmente por el diseño. Desde hace 21 años estoy en este fascinante sector relojero, trabajando de la mano junto con las marcas haciendo estrategias comerciales y de marketing.

SANDRA GUERRA

Coordinadora de Eventos

Ingeniera industrial que encontró en la relojería las máquinas ideales para articular experiencias, arte y creatividad en un engranaje impulsado por personas extraordinarias. Más de 88,600 hrs. de vuelo en estrategia y…

KEVIN GONZÁLEZ

Diseñador digital y multimedia

Geek millennial, amante de la tecnología. Ing. en comunicación multimedia, llevo los relojes mecánicos a la dimensión digital. Siempre al tanto de las tendencias tecnológicas.

LESLIE LÓPEZ

Director editorial

Lector antes que editor. Planté un limonero y escribí un libro. Espíritu deportivo para templar el ánimo. Ldo. en Filosofía (Univ. de Sevilla) y Máster de Periodismo (Complutense de Madrid).

CARLOS ALONSO

Director general

Los contenidos en evolución son su razón de ser sin que importe el soporte. “La vida y la relojería, donde se ha especializado por más de 30 años, no son nada sin contenido”. Después de que los soportes hayan vivido una revolución tecnológica es momento de volver a defender el buen periodismo como una necesidad general.

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Recibió su primer reloj a los siete años, aprendió a cuidarlo y desde ahí ya no hubo vuelta atrás. Gracias a la carrera espacial y a las de autos, su pasión se dividió entre las máquinas que miden el tiempo y las dedicadas a vencerlo.

ANDRÉS MORENO

Redactor

Decía Antonio Machado que el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas. Me he guiado por esta máxima durante casi veinte años que llevo escribiendo de relojes. En mi mano está hacerlo del modo más ameno posible.
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